Chez Lyon

A pocos metros de la Plaza del Ayuntamiento se encuentra este bistró, desde hace muchos años una ventana abierta a la gastronomía tradicional francesa que cuenta como principal valor el buen hacer de su chef Marcel Dupont. Si sirve de algo puedo decir que he comido mejor aquí que en bastantes establecimientos de éste tipo en Francia, ni que decir tiene que bastante más barato pero no podemos comparar los precios de España y los de Francia. Inclusive la atmósfera, un tanto informal y bohemia, de los típicos bistrós franceses, está bastante bien emulada.

Como entrantes del menú de medio día pedimos la Torre tibia de salmón ahumado, patatas y puerros.



Bastante bueno, si intentábamos coger en cada cada bocado un poco de todo, el punto salado del salmón ahumado se compensaba con el sazonamiento moderado de las verduras con lo que el resultado global era correcto. En cuanto a la decoración a base de reducción de balsámico o PX o lo que sea, ya lo hemos comentado en alguna ocasión, cansa, aburre, es completamente innecesaria y da una sensación de cierta anarquía el usarlo a diestro y siniestro en cualquier plato, sea de lo que sea.

El otro entrante que se pidió fue la Quiche de verduras con brotes tiernas



Una quiche muy bien ejecutada, si no soy afecto a esta preparación es porque el contenido de nata me sienta mal pero probé una pizquita y la encontré bastante buena.

Como platos principales escojimos el Bacalao con ratatouille y quinoa



El bacalao estaba impresionante, en su punto justo de sal, tierno y jugoso, las lascas se separaban con suma facilidad, el acompañamiento de quinoa y verduras bastante interesante. En este plato la vocación grafitera del cocinero alcanza su máxima expresión, vemos toda suerte de manchitas, hilillos, polvitos, decoración demasiado abigarrada para mi gusto, pero es algo subjetivo a fin de cuentas y no es la cuestión principal.

El otro plato principal fue una Pularda con salsa de frutos rojos, patatas y manzanas asadas



Para quien no lo sepa una pularda es una gallina criada y engordada de forma que no ponga huevos, ya sea mediante la oscuridad y la limitación de movimientos (método tradicional) o incluso mediante la extirpación de uno de los ovarios de la pollita (método más moderno). De esa forma la energía metabólica no invertida en la puesta se desvía a la producción de fibras musculares y grasa.  En cualquier caso no puede decirse que sea un tratamiento muy amable para con los animales, esa es la verdad. La pularda horneada, que es como se suele preparar, estaba tierna y muy buena, así como la salsa, con el dulzor justo. El acompañamiento clásico de patatas y manzana funciona a la perfección.

En el postre hubo unanimidad, optamos por el Crumble de manzanas asadas y papaya





El crumble es una especie de pastel de frutas que se elabora en el horno, cubriendo las frutas con una masa de harina, azúcar y mantequilla. La masa queda crujiente lo que le da al postre un contraste de textura muy agradable. Estaba muy bueno, la verdad es que lo disfrutamos y no resultó nada pesado.

Cocina que rezuma autenticidad, hecha con buenos productos y manos expertas, una excelente manera de viajar a Francia a través del paladar. Todo un clásico en Valencia que continúa en plena forma.





Publicar un comentario